Victor Hugo -L'enfant- |
vendredi, septembre 02, 2005 |
L’enfant Victor Hugo (1802 -1885)
Les Turcs ont passé là. Tout est ruine et deuil. Chio, l’île des vins, n’est plus qu’un sombre écueil, Chio, qu’ombrageaient les charmilles, Chio, qui dans les flots reflétait ses grand bois, Ses coteaux , ses palais, et le soir quelquefois Un chœur dansant de jeunes filles.
Tout est désert. Mais non; seul près des murs noircis, Un enfant aux yeux bleus, un enfant grec, assis, Courbait sa tête humiliée. Il avait pour asile, il avait pour appui Une blanche aubépine, une fleur, comme lui Dans le grand ravage oublié.
Ah ! pauvre enfant, pieds nus sur les rocs anguleux ! Hélas ! pour essuyer les pleurs de tes yeux bleus Comme le ciel et comme l’onde, Pour que dans leur azur, de larmes orageux. Passe le vif éclair de la joie et des jeux, Pour relever ta tête blonde, Que veux-tu ? Bel enfant, que te faut-il donner Pour rattacher gaiement et gaiement ramener En boucles sur ta blanche épaule Ces cheveux, qui du fer n’ont pas subi l’affront, Et qui pleurent épars autour de ton beau front, Comme les feuilles sur le saule ?
Qui pourrait dissiper tes chagrins nébuleux ? Est-ce d’avoir ce lys, bleu comme tes yeux bleus, Qui d’Iran borde le puits sombre ? Ou le fruit du tuba, de cet arbre si grand Qu’un cheval au galop met, toujours en courant, Cent ans à sortir de son ombre ?
Veux-tu, pour me sourire, un bel oiseau des bois, Qui chante avec un chant plus doux que le hautbois, Plus éclatant que les cymbales ? Que veux-tu ? fleur, beau fruit, ou l’oiseau merveilleux ? Ami, dit l’enfant grec, dit l’enfant aux yeux bleux, Je veux de la poudre et des balles.
El niño
Allí el Turco ha pasado! Allí, como huracán de sangre y duelo, el rastro de sus pasos ha dejado en ruinas y en escombros sobre el suelo. Chío, la isla de los dulces vinos, de montañas y valles ondulada, Chío la de los bosques de carpinos, que se ufanó en las aguas retratada, hora del Turco so el poder impío semeja en medio al mar peñasco umbrío.
Bajo el bárbaro azote del tirano que de duelo y de luto la ha cubierto, es su antiguo esplendor recuerdo vano, es su suelo feraz yermo desierto. ¿Sus hijos dónde están? Nobles cayeron en la lid desigual y funeraria, y hoy no turba en su sueño a los que fueron planta humana en la playa solitaria. Pero, allí junto al muro del soberbio palacio derruído, un tierno niño, candoroso y puro, pálido y dolorido, apoyado en un árbol de oxiacanto inclina la cabeza ahogado en llanto.
Pobre niño, desnudo y pesaroso, a quien hirió con su furor la suerte, huérfano ¡oh Dios! acaso sin reposo, dí ¿qué puede en tu duelo distraerte? Dulce niño inocente, ¿qué busca tu ilusión en sus afanes? Por que asome el placer sobre tu frente, y en lujo de alegría te engalanes, y mueran tus congojas, yo te daré el regalo que tú escojas. ¿Qué quieres por que vuelvan tus cabellos a embellecer en bucles arreglados la blanca espalda que se ornó con ellos? Hora desaliñados cual las hojas del sauce caen llorosos, yendo a empañar tu frente con sus ondas, y tus azules ojos tan hermosos se velan ¡ay! bajo sus hebras blondas.
¿Qué es lo que puede disipar, criatura, de tus pesares la tormenta oscura? ¡Ah! ¿qué puede alegrarte, pobre niño? ¿Quieres la flor que se suspende airosa sobre el pozo de Irán hondo y sombrío, la flor de lis, más bella que la rosa, azul como tus ojos, cuyo azul al del cielo diera enojos? ¿O la fruta del árbol admirable que un caballo a galope tardaría cien años con empeño perdurable para cruzar su sombra, y no podría?
¡Ah, dí si sonreirás dándote el ave que al bosque anima con la voz más suave! ¿Qué quieres, inocente criatura, para reír y prorrumpir en canto, para arrojar de tu alma la tristura y de tu faz la palidez y el llanto? ¿Quieres la bella flor maravillosa? ¿quieres la fruta del tubá sabrosa? ¿ó acaso el ave de pintadas alas? -Amigo, el niño griego me responde, quiero pólvora y balas!-
Versión de José Sienra CarranzaLibellés : Victor Hugo |
posted by Alfil @ 6:46 AM |
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