Victor Hugo -La pauvre fleur disait au papillon céleste...- |
vendredi, septembre 02, 2005 |
La pauvre fleur disait au papillon céleste... Victor Hugo (1802 -1885)
La pauvre fleur disait au papillon céleste : - Ne fuis pas ! Vois comme nos destins sont différents. Je reste, Tu t'en vas !
Pourtant nous nous aimons, nous vivons sans les hommes Et loin d'eux, Et nous nous ressemblons, et l'on dit que nous sommes Fleurs tous deux !
Mais, hélas ! l'air t'emporte et la terre m'enchaîne. Sort cruel ! Je voudrais embaumer ton vol de mon haleine Dans le ciel !
Mais non, tu vas trop loin ! - Parmi des fleurs sans nombre Vous fuyez, Et moi je reste seule à voir tourner mon ombre A mes pieds.
Tu fuis, puis tu reviens ; puis tu t'en vas encore Luire ailleurs. Aussi me trouves-tu toujours à chaque aurore Toute en pleurs !
Oh ! pour que notre amour coule des jours fidèles, Ô mon roi, Prends comme moi racine, ou donne-moi des ailes Comme à toi !
La flor a la mariposa estas palabras decía...
La flor a la mariposa estas palabras decía: -"No huyas más! ¡yo estoy aquí noche y día, tú te vas!
Sin embargo nos amamos,y sin los hombres vivimos, ay! y Dios semejantes nos produjo, puesto que flores nacimos todas dos.
Pero el viento te arrebata y yo estoy sujeta al suelo; ¡duro azar! ¡y con mi aliento querría tu etéreo y rápido vuelo perfumar!
Pero tú te vas muy lejos, entre flores mil volando sin cesar, y yo quedo solitaria mi sombra á mis pies mirando circular.
Huyes y vuelves; mas luégo te miro apartar liviana, ¡ay de mí! ¡y húmedo de llanto el rostro me encuentras cada mañana siempre aquí!
Oh! para que nuestro amor se deslice en fieles horas preciso es que cual yo tomes raíces,ó tus alas voladoras ay, me des!
Versión de Rafael NúñezLibellés : Victor Hugo |
posted by Alfil @ 6:20 AM  |
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1 Comments: |
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Nicomedes Pastor Díaz (1811 - 1863) versionó este poema en español:
MARIPOSA Y FLOR
I
No, decía a la errante mariposa Triste la flor del tallo suspendida, No vueles más. ¿A qué en la vega giras vagarosa, Mientras me agito al duro tronco asida? ¿Por qué te vas?
Amémonos, unamos la existencia Do aquí, lejos del mundo de los hombres, Nos puso Dios; Do huyendo su maléfica presencia Nos crean, confundiendo nuestros nombres, Flor a las dos.
Mas, ¡ay!, que el aura leve te arrebata, En tanto dura me aprisiona al suelo Honda raíz. Y no me es dado en círculos de plata Girar contigo, y perfumar tu vuelo. ¡Suerte infeliz!...
Y allá lejos te pierdo en la pradera, O inquieta cruzas la esmaltada alfombra De flor en flor, Mientras yo quedo en soledad severa A ver lenta girar mi propia sombra, En derredor.
Mas tú vuelves, y tornas, y te agitas, A cada flor mostrando brilladora Un nuevo encanto. Así mi ansiosa juventud marchitas, Así me ves volviendo a cada aurora Bañada en llanto.
¡Oh!, coronen mi afán horas felices, Y fiel amante ya, tu vago vuelo Reposa en mí. Toma en la tierra como yo raíces, O alas me da para cruzar el cielo Unida a ti
II
A *********
Mariposas y flores, dueño mío, La tumba en breve reunirá, y su suerte Será común. Mas ¿qué esperar a un túmulo tardío Si antes unirnos puede que la muerte La vida aún?
Aún hay, sí, do vivamos, do volemos, Si al azul de la esfera vagarosa Tiendes las alas. Y campos hay también donde brotemos, Si en el campo pretendes, pura rosa, Lucir tus galas.
Adonde quieras, sí, donde respires, O matiz seas, o aromado aliento, Brisa o vapor; O mariposa rutilante gires, O ligero botón halague el viento Tu ala, o tu flor.
Pero unidos, mi bien... En tanto dura La vida, es nuestra unión mi único anhelo, Mi bien real; Que después, ¡oh mi amor!, a la ventura Podremos escoger... La tierra, el cielo, Nos será igual.
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Nicomedes Pastor Díaz (1811 - 1863) versionó este poema en español:
MARIPOSA Y FLOR
I
No, decía a la errante mariposa
Triste la flor del tallo suspendida,
No vueles más.
¿A qué en la vega giras vagarosa,
Mientras me agito al duro tronco asida?
¿Por qué te vas?
Amémonos, unamos la existencia
Do aquí, lejos del mundo de los hombres,
Nos puso Dios;
Do huyendo su maléfica presencia
Nos crean, confundiendo nuestros nombres,
Flor a las dos.
Mas, ¡ay!, que el aura leve te arrebata,
En tanto dura me aprisiona al suelo
Honda raíz.
Y no me es dado en círculos de plata
Girar contigo, y perfumar tu vuelo.
¡Suerte infeliz!...
Y allá lejos te pierdo en la pradera,
O inquieta cruzas la esmaltada alfombra
De flor en flor,
Mientras yo quedo en soledad severa
A ver lenta girar mi propia sombra,
En derredor.
Mas tú vuelves, y tornas, y te agitas,
A cada flor mostrando brilladora
Un nuevo encanto.
Así mi ansiosa juventud marchitas,
Así me ves volviendo a cada aurora
Bañada en llanto.
¡Oh!, coronen mi afán horas felices,
Y fiel amante ya, tu vago vuelo
Reposa en mí.
Toma en la tierra como yo raíces,
O alas me da para cruzar el cielo
Unida a ti
II
A *********
Mariposas y flores, dueño mío,
La tumba en breve reunirá, y su suerte
Será común.
Mas ¿qué esperar a un túmulo tardío
Si antes unirnos puede que la muerte
La vida aún?
Aún hay, sí, do vivamos, do volemos,
Si al azul de la esfera vagarosa
Tiendes las alas.
Y campos hay también donde brotemos,
Si en el campo pretendes, pura rosa,
Lucir tus galas.
Adonde quieras, sí, donde respires,
O matiz seas, o aromado aliento,
Brisa o vapor;
O mariposa rutilante gires,
O ligero botón halague el viento
Tu ala, o tu flor.
Pero unidos, mi bien... En tanto dura
La vida, es nuestra unión mi único anhelo,
Mi bien real;
Que después, ¡oh mi amor!, a la ventura
Podremos escoger... La tierra, el cielo,
Nos será igual.