François Villon -La ballade des pendus- |
samedi, mai 08, 2004 |
La Ballade des pendus François Villon (1431-1463)
Frères humains qui après nous vivez N'ayez les coeurs contre nous endurciz, Car, ce pitié de nous pauvres avez, Dieu en aura plus tost de vous merciz. Vous nous voyez ci, attachés cinq, six Quant de la chair, que trop avons nourrie, Elle est piéca devorée et pourrie, Et nous les os, devenons cendre et pouldre. De nostre mal personne ne s'en rie: Mais priez Dieu que tous nous veuille absouldre!
Se frères vous clamons, pas n'en devez Avoir desdain, quoy que fusmes occiz Par justice. Toutefois, vous savez Que tous hommes n'ont pas le sens rassiz; Excusez nous, puis que sommes transsis, Envers le filz de la Vierge Marie, Que sa grâce ne soit pour nous tarie, Nous préservant de l'infernale fouldre Nous sommes mors, ame ne nous harie; Mais priez Dieu que tous nous vueille absouldre!
La pluye nous a débuez et lavez, Et le soleil desséchez et noirciz: Pies, corbeaulx nous ont les yeulx cavez Et arraché la barbe et les sourciz. Jamais nul temps nous ne sommes assis; Puis ca, puis là, comme le vent varie, A son plaisir sans cesser nous charie, Plus becquetez d'oiseaulx que dez à couldre. Ne soyez donc de nostre confrarie; Mais priez Dieu que tous nous vueille absouldre!
Prince Jhésus, qui sur tous a maistrie, Garde qu'Enfer n'ait de nous seigneurie: A luy n'avons que faire ne que souldre. Hommes, icy n'a point de mocquerie; Mais priez Dieu que tous nous vueille absouldre!
Balada de los ahorcados
Hermanos humanos que después de nosotros vivís, No tengáis contra nosotros los corazones endurecidos, Pues, si piedad tenéis de nosotros, pobres, Dios tendrá antes de vosotros misericordia. Vosotros nos veis aquí atados, cinco, seis: En cuanto a la carne, que excesivamente hemos nutrido, Ha tiempo que está devorada y podrida, Y nosotros, los huesos, nos tornamos ceniza y polvo. De nuestro mal nadie se ría: ¡Pero rogad a Dios que a todos nos quiera absolver!
Si hermanos os llamamos, no debéis Tener desdén, por más que fuimos muertos Por Justicia. Sin embargo, sabed Que todos los hombres no tienen sentada la sensatez, Perdonadnos, puesto que hemos partido Hacia el hijo de la Virgen María, Que su gracia no esté para nosotros agotada, Preservándonos del infernal rayo. Estamos muertos, que nadie nos atormente; ¡Pero rogad a Dios que a todos nos quiera absolver!
La lluvia nos ha bañado y lavado, Y el sol, desecado y ennegrecido: Urracas y cuervos nos han socavado los ojos Y arrancado la barba y las cejas. Jamás, en ningún instante, estamos quietos; Hacia aquí, hacia allá, según varía el viento, A su antojo, sin cesar nos mueve, Más picoteados de pájaros que dedales de coser. No seáis, pues, de nuestra cofradía; ¡Pero rogad a Dios que a todos nos quiera absolver!
Príncipe Jesús, que sobre todos tienes poder, Cuida que el Infierno tenga señorío en nosotros: Que no tengamos que hacer con él, ni pagarle. Hombres, aquí no hay broma; ¡Pero rogad a Dios que a todos nos quiera absolver!
Versión José Francisco RoblesLibellés : François Villon |
posted by Alfil @ 2:17 PM |
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2 Comments: |
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gracias por la traducción.
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Me ha sorprendido muy gratamente la traducción de este poema tan especial.gracias
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gracias por la traducción.